Con este término se hace referencia a los importantes cambios culturales y sociales de Europa en los siglos XIV al XVI, que señalan el paso de la Edad Media a la Moderna, centrada en el humanismo.
En el arte, las primeras manifestaciones del cambio en la relación del hombre con la naturaleza se dan en Italia desde siglo XIV, en la obra de artistas como Giotto o Ambrogio Lorenzetti. En el resto de Europa puede hablarse de arte renacentista hasta el siglo XVI.
El concepto, en este campo, alude a la recuperación de los valores de la cultura clásica grecorromana. Por ello, se da un vuelco en cuanto a temática y género, muy diferentes a la del arte medieval: Hay un gusto por iconografía mitológica, que continuamente se mezcla con la cristiana; es justo en este periodo en el que se desarrolla como tal el género del retrato.
Varios factores contribuyen al desarrollo de la pintura de este periodo: los descubrimientos de la perspectiva lineal, el uso de nuevos materiales, como el óleo y los avances en el estudio de la anatomía humana, que propicia la reaparición de un tema olvidado, el desnudo. Las características de la pintura renacentista son el gusto por la línea, las formas cerradas, los paisajes de fondo y el uso de la perspectiva lineal.
Para más información sobre la obra, haz click en ella. |